miércoles, 2 de julio de 2025

De un año más

 




En una de mis últimas prácticas de desapego, me centré en la difícil tarea de tirar al contenedor del papel, viejos apuntes de la Universidad perfectamente clasificados por idénticas carpetas rotuladas con el nombre de la asignatura, año que la curse y profesor que la impartió. Por si quedaba algo de valor dentro, fui abriéndolas una a una y ese gesto fue lo que salvo que perdiera una nota del año 2011 que presagiaba lo que años después me sigue regalando la vida, amistad.

Hace unos días fue él, el que  rescató para mí un regalo que le hice con motivo de lo que yo creí que iba a ser nuestra despedida. Me emocionó mucho leerlo, pero eso solo fue un principio; quiero decir, que lo después fue aún mejor, que hemos crecido juntos y hemos compartido tanto, que me quedo con nuestro presente,  que para mí era imposible y que por suerte Jose me rebatió.

Felicidades, sigue iluminándonos durante muchas vueltas más al sol.




miércoles, 25 de junio de 2025

Del "sabinismo"

 




Por el poder de convocatoria de la música, por ser contemporánea de una leyenda  y por tener la suerte de disfrutar de manera consciente de una despedida . GRACIAS.

miércoles, 18 de junio de 2025

De otro dieciocho de junio

 



Mi padre es una voz grabada en una cinta, 

un conejo con una servilleta

y un dibujo con ceras Manley negras.

Mi padre es el olor a gasolina

de un R-9 gris oscuro,

es los cómics de Astérix después de que cenásemos, 

luz encendida en el pasillo y churros

para desayunar los fines de semana.

Mi padre es una casa de alquiler

cuando el verano parecía largo.

Mi padre es el portátil, la colonia

de Álvarez Gómez y los libros puestos

en una torre sobre la impresora.

Mi padre es lo que veo cuando hablo de mi casa, 

la pelota que no ha tocado el suelo

y el miedo que le tengo yo a la muerte.


JUAN HERRERO DIÉGUEZ







 


PD: Mi padre era mi concepto de familia, los "días grandes" de mi casa, mi inventor de referencia, mi yo quijotesco, mi "solucionador"(aunque su capacidad real se limitara a veces a la protección), mi parte derrochona, mi preferencia por la comida tradicional después de dar vueltas por la modernidad, mis momentos disfrutones e irresponsables. Pero también, mi nariz prominente, mis puntos de rubí, mis uñas cuadradas, mis orejas alargadas ... la imagen que aparece cada vez con mayor frecuencia cuando me miro en el espejo.

Y todo lo entiendo ahora, ahora que ya no puedo decírselo.