lunes, 22 de enero de 2024

De viajar en el tiempo


 

Instalada desde hace bastante tiempo en el futuro de aquella época,  he tenido la oportunidad por unas horas de  resucitar a mi yo de entonces, compartir espacio con otras varas secas(como decía Rosa Montero) tan podadas como yo a estas alturas de la vida y sentir, que en ese momento, ese era exactamente mi lugar y aquella, nuestra banda sonora. 

El poder ¿terapeútico? de la música.

viernes, 19 de enero de 2024

De los otros yoes

 


"No conozco a  nadie que no haya tenido la tentación de no ser quien es en algún momento de su vida. El motivo es que venimos al mundo con unas posibilidades inabarcables de ser distintas personas. El tiempo es un jardinero loco que va cortándonos esas ramitas, que son los otros yoes que habitan en nosotros, hasta que nos quedamos encerrados en una vara seca, que es nuestra propia vida. Y esa vara, por muy feliz que seas, siempre es más pequeña que tus sueños, deseos y posibilidades". Rosa Montero







martes, 2 de enero de 2024

De fotografías

 




Fue la foto imperfecta de Carlos del Amor lo que me hizo coger el móvil, ir a la galería y empezar a seleccionar mis imágenes defectuosas del 2023 con la idea de publicarlas como resumen del año.

Las que elegí fueron: en primer lugar, una del extraordinario octogésimo quinto cumpleaños de mi madre; después, la que nos hicimos mi hermana y yo  aún con mucho miedo en el cuerpo y el símbolo de la victoria; por supuesto, una con mi Jose en Monachil;  alguna con pancarta, reivindicando lo que ahora sé que es una causa perdida;  la de la comida de despedida de Leo, antes de que él empezara su nueva  etapa y yo comenzara a menguar; también, de mi escapada respiratoria con Carmen por tierras manchegas; desde luego la ya clásica, con mis Divas en la playa; una puede que histórica, del último concierto sabinero en Murcia; evidentemente, una de las de mirada indescifrable de Maya; cómo no,  una de la divertidísima fiesta piscinera con mis compis este verano; una de complicidad con Luisa en Almería como representantes de nuestros respectivos clubes de fans; alguna hecha a mi madre pensando en el futuro; una de noviembre, de mi último cumpleaños; la del inigualable atardecer en Sa Foradada con  Elsa; una de cuando se vuelve, en Flor de un Día con Lola y Mónica; y por último -y por suerte- la de familia de esta Navidad. 

Al final resultaron ser demasiadas y su valor muy particular, tanto, que deseché la idea de hacerlas públicas y decidí que quedaran para mí junto con los momentos que las rodearon,  que tras el recuento he descubierto que no han sido tan escasos como he estado lamentando los últimos días del año.
La vida es lo que nosotros tocamos y yo he tocado todos esos instantes, que realmente me han hecho feliz. No pido más.
Seguimos.