viernes, 29 de marzo de 2024

De una dirección

 



¿No debería el sentido de lo religioso ir desde dentro hacia afuera y no al contrario?

Feliz Semana Santa.





jueves, 21 de marzo de 2024

De la poesía

 



Devuelve el blanco al mundo

la luz que en él incide.


Mas no todo es reflejo:

todo blanco se mancha, 

se tiñe de color, amarillea.


El destino del blanco es amarillo

y el nuestro es encalar, cubrir de nuevo, 

seguir recomenzando sin descanso

para que el sol refleje cada día, 

hasta que el sol derrita

nuestro tiempo, 

y los huesos

den en tierra, 

y su cal

se pierda entre la arena que perdimos.


El destino del blanco es amarillo:

no amarillo solar, 

sino amarillo tiempo.


                                      Jose Saborit

sábado, 16 de marzo de 2024

De lo que proyectamos

 



"Hay sorpresas que te cambian todo el día y otras que te revuelven el pasado. Las hay en el azar de todo viaje y en las andanzas del paseo tranquilo de un domingo cualquiera. Aparecen y ya no se van. Se nos guardan imágenes fugaces tras la retina, pero encienden la mirada eternamente. Las hay nocturnas y las hay llenas de esplendor. Pueden llevarte lejos o regalarte lo más inesperado. Pueden ser proyecciones de tu propio deseo o pueden, irremediablemente, clavarte un cuchillo que jamás viste venir. Casi todas y casi siempre, suelen cambiarte el corazón de sitio y el curso de tu vida.". J.R




Diez años después de una  entrada de blog y su resultado, con el eco como banda sonora y extintas las sincronías y premoniciones entre aquellos tres personajes (la maga, el náufrago y la narradora) , es cuando la última en salir del relato logró asimilar que, el camino de baldosas hacia aquel mundo imaginario -proyectado desde su deseo-  se fue desintegrando tras cada pisada y que los trayectos únicos, por mucho que nos empeñemos, no pueden repetirse.


 

jueves, 7 de marzo de 2024

De la condición humana

 



Apareció hace unos días en la entrada de mi edificio y fue necesario que, horas más tarde, añadieran el cartel, para que su finalidad se cumpliera. Ocurre, que en estos tiempos  es tan inusual que alguien esté dispuesto de manera desinteresada a regalar algo a personas en su mayoría desconocidas, que el gesto generó ante todo desconcierto y hasta que fue entendido por la comunidad,  reacciones de lo más variadas, dignas todas de ser grabadas para su posterior análisis.

Hoy la caja continua  -integrada ya en el mobiliario comunitario- en el mismo lugar y aunque ha perdido capacidad para sorprender, no deja en cambio de emocionar a los que pasamos por allí y sabemos de sus donantes,  reflexionamos sobre el motivo y nos da por ver posibilidades.