POR LAS CIUDADES MUERTAS DE PEDRO CANO
Duermen las ciudades enterradas y desenterradas
por perdidos ojos no saben que son vistas
vacías cuencas
mas sueñan que existen todavía
y han vuelto a sentir
sí como en las disipaciones de un sueño
la caricia del aire y de los vientos
la fuerza de las lluvias, el transcurrir
de las estaciones sobre las paredes desconchadas
epidermis torturadas no perdieron del todo
el evanescente sentir,
esqueletos impregnados de sensaciones remotas
residuos de una vida modelada por la muerte
paredes cinéreas, pálidas a la escucha
de pasos, de murmullos, de voces
que sin embargo no reconocen
mas encienden en ellos la memoria
de otros pasos aprisionados, en cambio,
en la mordaza de sus contornos, como saben y no saben;
de otras voces asfixiadas por el beso candente de la lava,
más también sobre la piel de aquellos antiguos habitantes
corre un estremecimiento de recuerdos,
carnes desmudadas en esponjas de aridez y sin embargo
de persistentes vibraciones.
Mas de aquella ardiente avalancha
que agredió y cubrió, de aquel calor fulminante
todo se ha perdido
y con el calor, Pedro, se ha disuelto bastante el color
en la débil e intensa fascinación de un ambiente apagado
dejando la desnudez al sobresalto de alguna extraña tibieza
o al estremecimiento de blanquecinos cielos invernales.
MAURICIO CALVESI
Una generosa oportunidad la que nos ofrece Pedro Cano esta tarde a las 19 horas en el Palacio Almudí, al realizar una visita guiada de su exposición "Pompeya".
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