domingo, 5 de enero de 2020

De los de Oriente




Hay que creer para poder ver. Cuando decides querer creer en algo, acabas viendo a ese algo, viviendo esa realidad, aunque solo exista para ti. Y así ocurre en muchos ámbitos de  la vida. 
Después de muchos años de tenerlos olvidados, ayer me los cruce por la calle y me ayudaron a recordar esa premisa tan importante, la de la voluntad -en este caso la mía- para poder ver.

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