sábado, 21 de diciembre de 2013

Los erizos, sus dilemas y los nuestros


“Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada, o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis".
Luis Cernuda



Ahora que sé algo de los erizos y su dilema, la verdad es que los envidio. Qué alivio supondría conocer la distancia exacta que se debe guardar, para que al querer o al dejar de hacerlo, no nos hagan ni hagamos daño. Qué fácil si sólo se tratara de una distancia física perfectamente medible y generalizable.Y hay que ver, qué agotador es experimentar con el ensayo - error para hallar una respuesta.

Contigo by Joaquin Sabina y Fito Paez on Grooveshark

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