domingo, 6 de marzo de 2016

Cuidados paliativos




Esta demostrado que el ser humano emite luz, aunque es invisible para nuestros ojos. No obstante  y porque he conocido a más de uno que tiende al gris y - al contrario -, tenido la suerte de sentir la luminiscencia que irradian otros,  me he propuesto esforzarme por pertenecer a este segundo grupo. 
Seguro que nuestra intensidad de luz - al igual que la que se puede ver - debe ser variable,  me digo, solo dependerá de cultivarla adecuadamente.
Y ese regalo, que alguien me trajo de un lugar mágico donde se fabrica el tipo de luz que yo querría producir, es mi recordatorio diario.
Gracias.

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