martes, 16 de septiembre de 2025

De lo imborrable

 



Hay otras secuencias mucho más conocidas que seguro nos vienen a la mente cuando pensamos en él, pero ésta(que es el final de "Brubaker" - 1980-) es la que he creído que debía poner porque puede que refleje hoy, un sentir de los que lo hemos admirado: ojos llorosos, cientos de aplausos de gratitud y un plano aéreo que nos aleja para siempre del personaje.
Crecí viendo sus películas en el par de canales que había en la televisión de entonces o yendo al videoclub para alquilarlas durante el fin de semana. He seguido su carrera tanto como actor como director, y creo que fue el primer guapo al que admiré. Algunas de sus películas son hoy todavía mis películas favoritas.
Ha muerto Charles Robert Redford, pero su cine y todos los lugares donde nos llevó a través de él, permanecerán intactos para los amantes del cine.


miércoles, 10 de septiembre de 2025

De sentir a los que ya no están


LA CASA


He sentido a mí padre en el jardín

podando los rosales como si fuera marzo.

Bajé a verlo cuidar la hierbabuena,

echar tierra de encina para esponjar la dura

porque el invierno ha sido largo y seco

y hay que mullirla para el tibio estiércol

(luego vendrán las lluvias y las horas de luz

jugando con las hojas del gran chopo).

A ratos se paraba, apoyado en la azada, 

las botas de faena hundidas en la tierra,

y me miraba sin saberse muerto.


                         PEDRO OJEDA ESCUDERO







lunes, 28 de julio de 2025

De la busqueda de otro planeta





"Momento isla":

Se materializa de repente, normalmente cuando estamos rodeados de mucha gente y no tenemos a nadie conocido a la vista. Algo se activa que ensordece la escena y en el silencio que de pronto nos envuelve, nuestra voz nos habla y nos describe lo que somos desde su peor versión. Es como si desde las profundidades de una caverna emergiera una especie de ser  monstruoso armado con un espejo que nos pone delante para mostrarnos un plano de nosotros que reconocemos enseguida, porque es el plano de nuestras inseguridades. El impacto ante lo que vemos es de tal magnitud que lo que llega a continuación son unas ganas terribles de escondernos y desaparecer, de que pase algo, lo que sea, y dejemos de estar en el sitio equivocado en el peor momento posible. Y enseguida nos envuelve una sensación de pequeñez, de no encajar ni haber encajado nunca, de tener los andamios mal puestos desde siempre y de que nos están viendo, de que toda la sala, todos los que nos rodean nos ven así, así de feos, de pequeños, de solos.

La sala entera parece haberse dado cuenta de que nuestra presencia es como una isla y nuestra soledad se anuncia como si lleváramos clavado en la cabeza un neón que parpadea en blanco, anunciándonos: solo,solo,solo.

Cuando tras la llegada de uno de esos momentos isla, aparece el efecto neón, tras él se abre camino la pregunta fatídica, esa que debemos evitar a toda costa, porque cuando surge ya no hay marcha atrás y todo está perdido.


¿QUÉ ESTOY HACIENDO AQUÍ?