domingo, 30 de agosto de 2020

De los diferentes

Ni muy feliz, ni triste. Como tantas,

parecerá insensible a cuanto pueda

ocurrir a su lado. Cada día

andará iguales calles y las mismas

sombras la mirarán pasar. No habrá ninguno

capaz de distinguirla de las otras,

así, a primera vista. Cada día

se va muriendo un poco(no comulga

con esa triste rueda de molino

de la moderna mística; el trabajo,

rutinario y vulgar -bien lo comprende-

la embrutece y anula). Y qué remedio

queda. Y qué remedio.

Pero yo sé que guarda

intacta esa frescura y delicada

del corazón ardiente y una innata,

joven curiosidad. Estará sola,

como solos están los que, de un modo

u otro, son acaso diferentes.

Y no sospechará que hubo una tarde

en la que fue dictándome un poema.

                                        Victor Botas



PD: por los ojos que nos hacen diferentes


viernes, 21 de agosto de 2020

domingo, 16 de agosto de 2020

De una posibilidad

 





    Pero si había algo aún peor que la rutina era, sin duda, la ausencia de posibilidades. Uno puede acostumbrarse a repetir una y otra vez las mismas acciones, a que cada día sea igual que ayer e igual que mañana, pero las personas necesitan las posibilidades.Aunque no las usen, aunque nunca salgan de esa noria de hamster que ellos mismos han creado, aunque basen su existencia y su esperanza en la frase "Algún día lo haré", pero deben saber que existe la posibilidad de salir de la jaula. E.Moreno




martes, 11 de agosto de 2020

De la obligación de recordar

 


Facebook me recuerda hoy que hace cinco años llovió en Murcia. Fue uno de esos chaparrones intensos e inesperados que aquí se convierten en espectáculo por su escasez. Era de noche, y mi padre y yo salimos  a nuestra terraza a contemplarlo y a oler la tierra mojada. Recuerdo el momento y el silencio.
Fue su último verano y nuestra última tormenta. 
En aquel tiempo no supimos hacer cosas extraordinarias por última vez.

domingo, 9 de agosto de 2020

De tenerse

 


En la tierra de nadie, sobre el polvo
que pisan los que van y los que vienen,
he plantado mi tienda sin amparo
y contemplo si van como si vuelven.

Unos dicen que soy de los que van,
aunque estoy descansando del camino,
Otros saben que vuelvo, aunque me
calle;
y mi ruta más cierta yo no digo.

Intenté demostrar que a donde voy
es a mí, sólo a mí, para tenerme.
Y sonríen al oir, porque ellos todos 
son la gente que va, pero que vuelve.

Escuchadme una vez: ya no me importan 
los caminos de aquí, que tanto valen.
Porque anduve una vez, ya me he parado
para ahincarme en la tierra que es de
 nadie.

                       Carmen Conde

jueves, 6 de agosto de 2020

Sin progresar adecuadamente



"El amor propio, ese termómetro que mide en qué punto dejaras de dar cosas a cambio de nada".  (Marwan)                                                                                                                                                  



PD: puntúo alto en el termómetro, sigo esperando el contra reembolso

domingo, 2 de agosto de 2020

Del agua dulce y salada




El pH de un lágrima es de 7,47 durante el día y de 7,30 mientras dormimos. Es curioso, de noche con los ojos cerrados nuestras lágrimas se parecen más al agua dulce. y de día son más como el agua del mar(...)



Y todo aquel torrente de nuestras lágrimas diurnas y nocturnas, todos aquellos mares y lagos y ríos y manantiales domésticos que parecían inagotables, están secos hoy día, cercenados no sé si por efecto del perdón o del olvido.