Con el corazón navego sin brújula,
me complico el viaje pero lo lleno de aventura.
Recuerdo lo que la memoria olvida,
escucho lo que cuenta el silencio y hablo con quien no escucha,
seco las lágrimas de los demás y derramo las mías,
amanso a las fieras y congrego a una tribu,
sonrío sin motivo aparente y por razones desconocidas,
transformo lunas en caramelo,
abrazo desde la distancia,
libero mi cabeza de sus contradicciones,
regalo alegría y acompaño tristezas,
me acerco y me alejo, digo sí y no.
Veo poesía hasta debajo de las piedras,
elijo la vida que quiero vivir,
descubro lo que realmente importa
y así consigo conocerme.
Con el corazón sufro, me expongo, pero siento y emociono.
La belleza es el riesgo.
Con el corazón amo como se ama: amando.
Dentro del pecho es donde ocurre la maravilla.
La flor es bella por frágil,
En su fragilidad está su fuerza.
Cristina Camarena