Poco o nada sabemos de la ausencia
y, sin embargo, todos nuestros días
dependen de los cuerpos que no están;
de unos ojos vacíos; de una boca
que no dice palabras;
de los brazos que ya no nos alcanzan.
¿Cómo configurar lo que tenemos
teniendo en cuenta aquello que ya no?
Porque ellos son presencias, todavía.
Porque la nada duele.
Porque lo que nos falta es lo que existe.
B.Clark
PD: siempre aquí...
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