Hace unos días compartí este video con unas compañeras de trabajo creyendo que les interesaría y les provocaría -como mujeres- la misma reacción que a mí. Para mi sorpresa, no fue así. Las que lo vieron hasta el final(porque también hubo desatención en algún caso) se quedaron en la primera capa, llegando a la conclusión de la teatralidad de la puesta en escena y la sobreactuación de Blanca. Pero para colmo de males del colectivo(el de las féminas), provocó hasta alguna crítica relativa a la facilidad de hablar desde el éxito.
Quiero pensar que esa muestra laboral no es representativa y que somos mayoría las que entendemos necesarias aún esas palabras, además de valientes y admirables.
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