GAVIOTA Y MAR
Una gaviota
impávida resiste, resiste
el oleaje. Posada sobre el agua,
nadie más poderoso y
más humilde.
Alzarse en vuelo o dejarse
llevar
solo obedece
a un impulso sin dudas,
sin pena,
aunque también sin alegría.
Mas sobre todo no se arrepentirá de nada,
pues, sobre todo, no habrá
remordimiento.
AURORA SAURA
PD: Resuena aún en mi cabeza la lectura de ese poema por Aurora y su enorme generosidad por desvelarnos lo que esconde y cómo vio la luz.
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