"No hay tiempo de sentir el desconsuelo;
sigue la vida, urgente y transitoria."
("Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos, la edad de la sabiduria, el ciclo de la estudipez, la fase de la creencia, la etapa de la incredulidad, la estación de la luz, la hora de las sombras, era la primavera de la esperanza, el invierno de la desesperación, lo teníamos todo por delante, nada habia frente a nosotros...")
"Abandonados, en confianza, sin testigos que testimonien mañana en contra nuestra, sólo entre los amigos por quienes somos entendidos o con quienes podremos llegar siempre a entendernos. Ligeros y seguros, sacudidos los trabajos que nos agotan. Liberados, sin cuidarnos de almacenar para mañana; sin cargar con el abrumador peso de las cosas. Ágiles, es decir, alegres. Convencidos de que la verdadera seguridad es la aceptación de la inseguridad sobre la que nuestra vida se construye. Tranquilos y aliados" . A.Gala
PD: Junto a la chimenea, frente al pequeño azulejo que rezaba "viejos leños para quemar, viejos libros para leer, viejos vinos para beber, viejos amigos para confiar", agradeció el instante y la suerte de compartirlo con quienes acabaron siendo la razón de estar en aquel lugar.