viernes, 7 de febrero de 2014

Los restos de un día


















Un crepúsculo y una testigo accidental que tras deslumbrarse por esa  imagen  ansió tener más; y así, movida por ese deseo, se sentó a esperar, creyendo que el tiempo lo  solucionaría todo.
En cambio, lo que le ocurrió a la testigo(en contra de su pronóstico)  es que las horas le fueron robando poco a poco la belleza de esa visión,  hasta  devolverle  finalmente  una profunda e inevitable negrura.
No tenía que haberse detenido allí durante tanto tiempo pensó; no  tenía que haber ambicionado tanto. Debió simplemente disfrutar del momento y continuar su camino con la  ilusión,  de que detrás de aquel escenario  quizás se escondía algo maravilloso. Y mantener para siempre la duda, porque en la duda caben todas las posibilidades, las reales y  las ideales.

Oasis by Pedro Guerra on Grooveshark

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