Anda, venga…. convénceme para que crea que en ese papel faltan muchas letras por escribir; cientos de letras, que agruparán palabras y formarán frases que expresarán pensamientos o contarán historias, historias que tal vez tendrán que ver contigo y conmigo, con lo que hemos sido o con lo que no llegaremos a ser; ideas, que pensaré ilusamente que he inventado yo, más las que consciente tomaré prestadas de otros, y que alguien a su vez, en algún momento, quizás también recogerá para hacerlas suyas. Que existe ese alguien, no sé si tú, a quien le van a importar y que intentará comprender lo que yo necesito contar, o al que le servirán para construir otras diferentes a las mías y que tal vez, a mí me habría gustado leer o escribir.
Anda, venga…. convénceme de que no es vacío lo que veo, que es solo una pausa, como esos segundos extras tan sonoros que nos tomamos para respirar, antes de empezar a decir o hacer lo que nos cuesta demasiado.
Y ya de paso, intenta convencerme de que lo que nos rodea no es blanco o negro, sino una gama infinita de grises que nos contiene y que por tanto, esto tiene algún sentido.
1 comentario:
Pues humildemente creo que la única persona que debe convencerse es uno mismo.
Publicar un comentario