Puede que un sentimiento parecido a aquel que impulsó a alguien a pintar en esa pared un 26-4, me lleve a mi a dejar escrito hoy, aquí, un 17-9 . Tal vez sea así o tal vez no.
Lo que comparto con quien pintó en esa pared azul, es la necesidad de hacer visible una cifra importante, una secuencia que ahora puede ver cualquiera pero en la que nadie reparará, nadie, salvo quien la ha anotado con el anhelo de que un día sea descubierta por un destinatario que la recuerde y le otorgue un valor especial.
Aquí quedan mis números(mi diecisiete y mi nueve), como una manera de reivindicar una realidad no consensuada. ¿Pasarán a tener significado para alguien más?.
Aquí quedan mis números(mi diecisiete y mi nueve), como una manera de reivindicar una realidad no consensuada. ¿Pasarán a tener significado para alguien más?.
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