martes, 1 de enero de 2019

Un final cualquiera




Es hoy el día elegido por ser un día simbólico(el primero de un año) pero podría haber escogido  cualquier otro,  porque se ha convertido en algo recurrente desde hace mucho tiempo, mi exigencia por aprender a finalizar una historia(en este caso el blog) por propia voluntad en lugar de esperar a que se agote.  

Siempre deseamos que nos ocurran cosas extraordinarias y a mí, gracias al buscador, me han pasado. He llegado hasta personas a las que  sin él  nunca habría conocido  y  he tenido por él, más de una vivencia  irrepetible.

No creo en cambio haber arribado a ningún destino a través de él, no he cumplido un objetivo; tampoco es algo que me planteara cuando lo inicie, ni cuando lo continué en el mes de abril del dos mil catorce tras un final anunciado.  

Pienso,  que mi buscador más bien me ha acompañado en el camino durante estos seis años. Ha sido sobre todo mi refugio, mi evasión; también es reflejo de mi ego, claro que sí, la urgencia  por mostrar algo más de lo que aparento desde fuera.  Aunque también en los últimos tiempos se ha convertido a veces en obligación, incluso frustración y mucha sobreexposición. Y es que, a pesar de su labor terapéutica (para mi), con él es constante la sensación de que me limito a girar, a dar vueltas sobre un mismo eje,  que soy yo, y que por ello, tras más de 500 entradas-vueltas es el momento de tomar otra dirección .
En este mundo de la imagen en el que vivimos actualmente, hacemos -a veces inconscientemente- que nuestra vida sea pública en las redes sociales y hemos desarrollado la necesidad de “mostrarnos” continuamente a los demás(una fotografía, un mensaje, un pensamiento por banal que sea para decirle al mundo: “eh, estoy aquí”) y la necesidad también de obtener a cambio algo tan efímero como un “me gusta” . Y por eso se compite, por tener seguidores que nos adulen; siento que no hay cabida para el crítico que te remueve del asiento. 
Y en esa vorágine y en ese exceso de información, creo que aburrimos y dejamos de ser especiales y diferentes.
Yo quiero ir por otro camino. Siempre elegiré un abrazo en persona al escrito, una llamada con voz real a un mensaje, un misterio por resolver a una llave que da la solución, una carta manuscrita en mi buzón a un correo electrónico, una fotografía de una cámara fotográfica a la de  un móvil, un libro en papel al ebook, una cena de dos a una multitudinaria, un cantautor, una tarde de cine, etc…pero todo esto tampoco es nuevo, quien haya seguido el blog lo sabrá de sobra a estas alturas. No queda mucho más por descubrir, yo también caí en el exceso que critiqué más arriba.
Y si el gran Pessoa pensaba que “la realidad no precisaba de él” , sería una petulancia y una osadía por mi parte pensar que a mí me puede suceder lo contrario con este blog. El Buscador Cultural de Murcia es perfectamente sustituible. 


Un abrazo virtual a todos los que habéis recalado por aquí alguna vez (o siempre), y en especial a mi hada Blanca, que me renovó la fe en la magia.


2 comentarios:

Juan Ballester dijo...

No sabes cómo te entiendo y las veces que yo también he decidido "cerrar" estos caminos virtuales. Sin embargo, al poco he vuelto. Y es que, Carmen, por mucho que lo entendamos, por mucho que sepamos y contrastemos, el mundo va por aquí. Yo creo que el error está en esperar demasiado, en estar demasiado pendiente del puto "me gusta". Y esto es lo bueno de Blogger, que no tienen la herramienta diabólica de la aceptación popular. Si a ti te sirve, si te hace reflexionar sobre la realidad, si, en definitiva, te hace feliz, sigue con tu "buscador", pero sin obsesiones, sin obligaciones, sin pretensiones..., solo haciéndolo para ti, como un diario íntimo. Repito, el mundo de hoy no es el de 2018 y, por supuesto nada tiene que ver con el del siglo pasado; el mundo de hoy se está construyendo con nuevas herramientas. Sigue, pues, contribuyendo a mejorarlo. No es un problema de meta, es simplemente una cuestión de camino, de andar su camino.

19 abrazos como 19 soles.

Juan

cm dijo...

Lo sé Juan, que tú me entiendes mejor que nadie porque eres bloguero mucho antes que yo y has recorrido también antes el camino por el ahora yo transito.
Sé por donde va el mundo de hoy(más o menos), pero ese nuevo mundo no me termina de convencer y tampoco me gusta que arrase con el anterior, que lo tenga que sustituir por completo, y que nosotros nos tengamos que subir al carro sí o sí para "estar". El mundo de ahora -por supuesto- que tiene muchas ventajas(sobre todo en cuanto al acceso de información, inmediatez, mayor comunicación, etc...), pero convendrás conmigo que también es más superficial y tiene importantes desventajas(es un ladrón de tiempo, de privacidad y tiene una gran facilidad para cambiar nuestros hábitos,entre otras muchas cuestiones).
Gracias por reaparecer, por tus palabras, por el "zarandeo", por ser maestro también de esto, por tu MURCIAÚTIL que tanto tuvo que ver con que naciera mi buscador y por esos 19 abrazos.
Prometo reflexionar sobre lo que me dices y seguir sólo si siento que me hace feliz.
Un abrazo enorme Juan.