Ahora ya sabemos que la vida es comer con un amigo en una terraza, ir de librerías, tomar el sol, ver una película, perderte por una calle desconocida, coger un tren. Por eso, cuando la vida regrese, le pediremos menos cosas. Y tendrá sentido esto.
(Manuel Vilas)
Y buscar el número veintidós de la calle desengaño, compartir una experiencia nueva con quién es afín a ti, una cena con vino hablando de una obra de teatro y de sentimientos y de la vida, volver al hotel de su mano entre silencios, risas, llanto... y siendo más yo que nunca.
Estoy recordando ahora cuando la vida era eso.
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