Una rutina de tiempo que desdibuja
nombres y nos hace vivir en un único día
de veinticuatro horas. Esa es nuestra única certeza, las veinticuatros
horas que transcurren y vuelven a
empezar un día y otro y uno más. Da igual que se trate de un miércoles que un domingo,
no hay diferencia. La enfermedad que asola nuestro mundo también nos ha robado los días de la
semana; ahora los siete son iguales y no hay necesidad de nombrarlos para
distinguirlos. ¿Cuándo nos pertenecerán de nuevo?.
Hoy es cuatro de abril, lo oí en
la radio esta mañana. Ha muerto el gran Aute y el presidente de nuestro
país ha anunciado una nueva prórroga del estado de alarma. Es un día relevante, pero yo he olvidado
cómo se llama. Creo que viernes, tal vez sábado. Tengo
que mirar el calendario para no equivocarme, tendría que hacerlo si quisiera recordar el día en el que vivo.
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