Él fue el único hombre con el que
estuvo en su vida y lo estuvo más de cincuenta años. Así que tras su marcha, es fácil percibir que ha continuado sin encontrarle sentido a su “ estar” sino es “estando con él”.
Esa dependencia emocional tan incomprensible para mí desde siempre, vista hoy y con más años, me inspira sobre todo una enorme ternura y por momentos hasta admiración, quizás por la dificultad de encontrar en la actualidad un binomio que funcione, quizás por esa fidelidad incondicional que ella personifica, o quizás por la soledad con la que la vemos pasar por encima de fechas tan significativas para ellos como la de hoy sin que tenga cabida ya una celebración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario