("Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos,
la edad de la sabiduria,
el ciclo de la estudipez,
la fase de la creencia,
la etapa de la incredulidad, la estación de la luz,
la hora de las sombras,
era la primavera de la esperanza,
el invierno de la desesperación, lo teníamos todo por delante, nada habia frente a nosotros...")
Nunca sabremos que habría sido de ellas si las hubieran dejado ser algo más que hijas, mujeres y madres; si hubieran nacido en otra época, o sólo, en otro entorno; si hubieran tenido más voz o si hubiesen podido contar con alguien que hubiera querido algo distinto para ellas. Con más oportunidades, ¿habrían sido otras?, ¿habrían elegido algo diferente?. Con sus ciento cincuenta y dos años recién cumplidos, creo que las dos tienen muy superadas - o tal vez olvidadas - todas esas cuestiones. Pero los que las rodeamos, creemos firmemente que serían dignas -dignísimas- merecedoras de una segunda oportunidad y lo serían, más que nada, por no haber podido tener todo aquello que a las que hemos llegado después nos ha venido dado sin necesidad de reivindicarlo, y luego también, por lo bien que lo han sabido hacer con los suyos, con sus escasos conocimientos y sin apenas medios.
Una manera diferente de acercarse a la fotografía: proyecto fotográfico "Secado". Se celebra mañana domingo veintiséis de enero, desde las 11:00 a las 13:00 horas, en el patio del Museo de Bellas Artes de Murcia.
Que me gusta jugar es obvio, que busco alguna dentellada extra, que las noches simples las detesto, que prefiero el azúcar aunque tome sacarina. Obvio es que a veces la jaula se me estrecha y siento los pies fríos de la absurda y cruel cotidianidad. Qué se hace cuando uno busca lo que no está. Qué, si el círculo se cierra muy pronto. Obvio. Es obvio Nada.
Noelia Illán
Con una jaula perfectamente amueblada y ubicada en la habitualidad de una prisión que lleva nuestro nombre y apellidos, rodamos en ese inmenso círculo al que nos incorporamos pronto, y en el que afortunadamente no logramos encontrar el cierre porque no tiene ni principio ni final. ¿Nada?, al contrario: TODO.
Como una tradición más y siempre gracias a mi padre, acabamos las pascuas con su panes junto al monedero, pidiéndole un tipo de fortuna que tiene que ver más con la salud que con el dinero.
Esperemos que durante este año San Antón no se nos despiste mucho.
El próximo jueves dieciséis de enero, el pintor Antonio López sera investido doctor honoris causa por la Universidad de Murcia. El acto que comenzará a las doce y media de la mañana, tendrá lugar en la Facultad de Economía y Empresa, en el campus de Espinardo.
Para Ángel, por acompañarme en la distancia durante aquella tarde tan larga y tan dura, y contribuir a que a la mañana siguiente yo lo viera todo de manera diferente.
"En realidad cuando me viene una historia a la cabeza, no lo hago con la pretensión de transmitir algo, tan sólo de retratar un instante de la vida de unos personajes. Siempre creo que las historias las termina cada espectador con la lectura que haga de ellas. En el caso de Pipas, me apetecía contar cómo dos amigas hablan de sus cosas mientras comen pipas sin apenas vocalizar. Entre ellas se entienden perfectamente, pero el espectador no se entera absolutamente de nada, así que el corto inicialmente iba subtitulado en castellano. Esa era la coña(...)
Manuela Moreno
Con el corto "Pipas", competirá la ciezana Manuela Moreno el próximo nueve de febrero en los premios Goya.
“El destino es el carácter de nuestra persona proyectado en el tiempo como transcurso de nuestra vida, como nuestra biografía. El que aprende a ver su propia proyección, el que de esta manera aprende a verse a sí mismo, sienta con ello las bases para aprender a dominar su propio destino y dar a la sucesión, aparentemente obligada de sus acontecimientos, es decir, al curso de su vida, la dirección creadora propia”
(Max Pulver:“Persona, carácter, destino”)
Pues yo no creo que sea posible presagiar nuestra proyección futura. Puedo analizarme e intentar entenderme hoy y lo que fui ayer- que ya es mucho creer- pero, ¿cómo adivinar en qué me convertiré mañana? el de mañana no será el de hoy, habrá visto/vivido más y será otro.
No somos tan poderosos como para forjar nuestro destino, ni tan previsibles como para adivinarnos; y sospecho, que ni tan racionales como para entendernos del todo.
Desde la niñez, nuestro
entorno nos introduce en lo que se denomina la imagocracia (“el
poder de la imagen”).
Es un recorrido lento,
progresivo y del que casi no somos ni conscientes. Observamos y nos observan,
juzgamos y nos juzgan. Y es que lamentablemente la imagen personal sigue siendo
una de nuestras armas principales para desenvolvernos con éxito en sociedad, y
hasta que no llegamos a ese punto, a lograr ese éxito que nos da un porcentaje de poder, no podemos apartarnos de los cánones establecidos y mostrar nuestro
verdadero "yo".
El autor de ese blog
murciano(la falacia del creer), un tal Andrés de la Orden, ya lo ha conseguido.