"Las caracolas son unas mentirosas,
esto es una evidencia.
Caminas por la playa
y encuentras una caracola.
Te la pones en el oído. ¿Por qué?
Ni idea.
Escuchas el mar.
¡Oh, el mar aquí dentro!.
Miras, hurgas, metes un palito
con el que casi te sacas un ojo.
¡Es maravilloso que en esta caracola quepa el mar!
Te la guardas en un bolsillo
y corres a enseñarla a tus amigos.
Pero la curiosidad te puede
y finalmente decides romperla,
porque ¿cómo es posible que el mar quepa allí dentro?
Ahora solo tienes una caracola
hecha añicos entre tus manos
y ni una gota de agua.
Los sueños son como una caracola:
susurran en nuestros oídos cosas increíbles.
Cuando se rompen ya no queda nada,
ni una gota de esperanza".
No hay comentarios:
Publicar un comentario