Esto
empieza a ponerse serio; alcanzamos cotas importantes. Aún así, no querría
darme de baja bajo ningún concepto. Y es que, a pesar de las magulladuras
causadas por los tropiezos en las mismas piedras, del peso de mis causas
perdidas y del ímprobo esfuerzo por corregir vaivenes temporales, continúo
contando con mis imprescindibles intactos y muy cerca de mi.
Es por
eso que un año más, no puedo más que sentirme agradecida, aunque esta vez (especialmente)
tengo que ponerlo en mayúsculas:
GRACIAS
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