("Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos,
la edad de la sabiduria,
el ciclo de la estudipez,
la fase de la creencia,
la etapa de la incredulidad, la estación de la luz,
la hora de las sombras,
era la primavera de la esperanza,
el invierno de la desesperación, lo teníamos todo por delante, nada habia frente a nosotros...")
Recuerdo que el año pasado por estas fechas planeábamos el que por ahora ha sido nuestro último viaje juntas.
Este año, hoy, mi amiga Lola que es una viajera nata, emprende otro tipo de viaje al que con todo el pesar de los que la queremos ha de enfrentarse sola. Es un viaje largo y duro -creo que el más duro- para el que se requiere mucha fortaleza, pero como si hay algo que le sobra a ella es fuerza, coraje y firmeza, creo al cien por cien que lo va a terminar con éxito.
Si tuviera valor para hacerlo en persona le diría: no tengas miedo, piensa en la meta, no estas sola, vamos a estar todo lo cerca que tú quieras, nos esperan muchos destinos aún...
Pero como carezco de ese valor lo dejo escrito aquí.
Ha hecho ese viaje de regreso en varias ocasiones.Sabe lo que se siente cuando te devuelven al origen por no cumplir las expectativas, cuando te quedas a la intemperie sin ninguna de las capas que te colocaron haciéndote parecer una persona interesante, luminosa o especial; cuando de nuevo pasas a ser un viajero cualquiera al borde del andén e indiferente a la mirada de los demás.
En su defensa hemos de decir que siempre ha advertido de su "normalidad" a quien la contemplaba así, con esa obnubilación temporal, y que eso nunca le sirvió para evitar la sensación de derrota y la dureza del regreso al mundo del anonimato, precedida de la intuición de que así sucedería tarde o temprano por el agotamiento de quien creyó ver virtudes en lo que sólo eran diferencias.
Conoce la angustia del descenso, la mirada delatora del que descubre la verdad, el cansancio por el recuento insistente de los acontecimientos que desembocan en el viaje de vuelta, la tranquilidad -en parte- por volver al lugar que te corresponde pero a la vez la desesperanza, el abandono. Y sabe del engaño involuntario y del sentimiento de culpa a pesar de esa involuntariedad.
Las fotocopias de los décimos compartidos con los compañeros de trabajo preparadas en casa, el destino del hipotético premio más que planificado en mi cabeza, el soniquete de los niños de San Ildefonso durante toda la mañana, los mensajes de whatsapp que te van avisando de los números premiados y más tarde, al mediodía, las imágenes en el telediario de los ganadores dando saltos de alegría con las botellas de cava, el consuelo de saber que el premio gordo esta muy repartido....es una de las estampas de la Navidad que más me gustan y parte del ritual de estos días.
No sabemos quiénes son, ni de dónde vienen. no sabemos si sienten, ni lo que sienten. Son dos amantes, llegados de algún lugar, dispuestos a sellar un amor que parece imposible o casi inalcanzable. O mi imaginación me hace verlos como dos amantes emprendiendo la despedida. Las formas de sus rostros, las líneas que delimitan sus perfiles, se desdibujan. Intuimos sus frentes y las cuencas de unos ojos que no pueden ver. Es una relación imposible, prohibida. Es un beso deseado o soñado, o simplemente la sensación de asfixia de una pareja que ha llegado al límite.(...)
No volverán a verse, mucho menos a besarse. Vendrán otros labios que no serán los suyos, y otros ojos a los que mirar a esa distancia a la que solo se mira cuando se quiere comprobar que sí, que es cierto, que ha llegado ese momento en el que se encuentran las bocas, el primero de muchos que ya no serán como ese. Es esa décima de segundo en la que se produce una apertura de ojos única que nunca se repite más allá de una vez por enamoramiento. Es ese instante muy efímero e irrepetible que se utiliza para cerciorarse de lo que está por llegar, y que, en alguna ocasión, coincide con el mismo instante elegido por el de enfrente y se traduce en una leve sonrisa avergonzada o feliz. Todo eso terminó, quedan solo las siluetas de lo que fueron.
"Le ha acontecido todo lo que podía acontecerle. Todo lo ha sentido, todo lo ha sufrido, todo lo ha experimentado, todo lo ha soportado, todo lo ha perdido, todo lo ha llorado. Es un error sin embargo creer que la suerte se agota, y que se toca el fondo de ninguna situación, cualquiera que sea. El que esto sabe ve en toda oscuridad".
La fórmula para ser amigas durante tanto tiempo supongo que es una mezcla de: conocernos mucho, aguantarnos lo que haga falta, querernos por encima de todo, ser sinceras siempre, compartir numerosas ideas y valores y respetar nuestros espacios. Y así, hemos tenido la suerte de vivir bastantes años ya la una cerca de la otra y ver pasar infinidad de cumpleaños.
Esta vez le toca a ella soplar velas, mientras la vemos caminar cada vez con más firmeza y continuar desprendiendo luz, optimismo y ganas de vivir, manteniendo -según su esencia- el rol de cuidadora de todos los que la rodeamos (por suerte para nosotros).
Esta instantánea es del 2019 querida Elsa. El año 2020 lo dejamos entre paréntesis y nos preparamos para el 2021 y siguientes, siempre juntas, ¿ te parece?.
Felicidades por todo lo que la vida te da hoy y que sin duda te mereces
Me despierto con la noticia de un periódico que alguien me ha enviado al móvil. Es un suceso truculento que le ocurrió a una mujer el pasado viernes. No entiendo porqué el remitente me envía la noticia hasta que no pincho sobre el titular y empiezo a leer. La mujer de la que habla el artículo tiene tu nombre, tu edad, vive en tu ciudad y tiene tu trabajo... ¡eres tú!, pero mi cerebro va lento y tarda en procesar las coincidencias y asumir la información. Miro tu facebook con tu última publicación y tu fotografía me lleva a muchas de las vivencias compartidas. Recuerdo tu historia.
Estoy en shock porque siempre he creído que las muertes violentas solo ocurren en las series de televisión o en el cine, no a la gente de a pie, no a tus amigos o a tus compañeros de trabajo. Ese tipo de muertes son siempre más lejanas y tienen como protagonistas a gente anónima. Nada encaja.
Busco el libro de Maitena que me regalaste y releo la dedicatoria, es algo material que me queda de ti, lo primero a lo que me aferro(mi salida de emergencia) mientras trato de entender que te has ido.
Mi plegaria, mi súplica, se centra en desear que esa justicia que una vez compartimos querida Alicia funcione en tu caso más que nunca y haga que tu muerte no quede impune.
Un momento de despreocupación
como el que te llega cuando sentado en el avión a punto de despegar, eres
consciente de que lo único que tienes ya que hacer es disfrutar de tu escapada; o como ese que sientes al escuchar en tu cabeza o de quien bien te quiere, en
la cama, lo de “venga, ahora a descansar, que mañana será otro día”, con la
seguridad de que al despertar con la luz del sol, verás lo que ahora te ahoga
de manera diferente.
Esa indolencia que experimentas cuando
te haces el muerto en el mar; los ojos cerrados, tu cuerpo ingrávido flotando a
la deriva, como único sonido el siseo
del fondo del mar y tu respiración… o esa indiferencia de cuando llegas a ser capaz de sentir sólo el agua caliente
resbalando por todo tu cuerpo al buscar la salvación de un día agotador en la
ducha.
El interés de tus cinco sentidos preparados -mientras se
oye la canción de movierecord- para centrarse únicamente en esa pantalla del cine que contará una historia que
te llevará a otra realidad.
De esa necesidad de despreocupación, o de indolencia, o de indiferencia, o desinterés, o calma, es de la que hablo; hace ocho meses que la perdí y no he logrado recuperarla.
Sabes lo de la muerte de Sócrates, ¿no?. Le habían condenado a que se suicidara al amanecer bebiendo cicuta, y pasó su última noche acompañado de sus amigos y discípulos. Pero en vez de hablar con ellos, se puso a aprender a tocar con la flauta una melodía muy difícil. Sus seguidores, desconcertados, le dijeron: "Maestro, ¿para qué pierdes tus últimas horas aprendiendo esta canción tan complicada, si vas a suicidarte al amanecer?".Y Sócrates contestó: "Para saberla antes de morir".
La vida es eso; todo lo que sabemos, todo lo que disfrutamos, todo lo que somos desaparecerá con la muerte. Y da igual que aprendamos la melodía diez años o diez minutos antes del final. Ese final llegará y lo borrará todo. Pero, mientras llega, eso es lo que somos.
Ojalá tuviéramos la capacidad de aprender una lección vital así sin necesidad de vivir esa situación. Yo no la tengo, pero me siento agradecida de que me llegue su mensaje para zarandearme un poco.
Mañanas frías, escarcha en los cristales, montones de hojas que se arremolinan en el suelo de nuestro patio, minutos que nos roban cada vez más luz, rumor de niños saliendo del colegio, un veintiuno que pasó para traernos el otoño...Todo a nuestro alrededor parece anunciarnos que nuestro tiempo aquí ha llegado a su fin y que debemos regresar para empezar de nuevo. Y entonces cerramos la puerta con la incertidumbre -una vez más- de si ésta habrá sido la última vez.
Mientras las veía cocinar juntas la otra tarde, me sentí inmensamente feliz por poder ser testigo de cómo se están construyendo sus recuerdos futuros, y por ser consciente del enorme valor que tendrán para ella. Lo que comparten ahora es ya imborrable.
Pero si había algo aún peor que la rutina era, sin duda, la ausencia de posibilidades. Uno puede acostumbrarse a repetir una y otra vez las mismas acciones, a que cada día sea igual que ayer e igual que mañana, pero las personas necesitan las posibilidades.Aunque no las usen, aunque nunca salgan de esa noria de hamster que ellos mismos han creado, aunque basen su existencia y su esperanza en la frase "Algún día lo haré", pero deben saber que existe la posibilidad de salir de la jaula. E.Moreno
Facebook me recuerda hoy que hace cinco años llovió en Murcia. Fue uno de esos chaparrones intensos e inesperados que aquí se convierten en espectáculo por su escasez. Era de noche, y mi padre y yo salimos a nuestra terraza a contemplarlo y a oler la tierra mojada. Recuerdo el momento y el silencio.
Fue su último verano y nuestra última tormenta.
En aquel tiempo no supimos hacer cosas extraordinarias por última vez.
El pH de un lágrima es de 7,47 durante el día y de 7,30 mientras dormimos. Es curioso, de noche con los ojos cerrados nuestras lágrimas se parecen más al agua dulce. y de día son más como el agua del mar(...)
Y todo aquel torrente de nuestras lágrimas diurnas y nocturnas, todos aquellos mares y lagos y ríos y manantiales domésticos que parecían inagotables, están secos hoy día, cercenados no sé si por efecto del perdón o del olvido.
"Si antes de cada acción pudiésemos prever todas sus consecuencias, nos pusiésemos a pensar en ellas seriamente, primero en las consecuencias inmediatas, después las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos de donde el primer pensamiento nos hubiera hecho detenernos. Los buenos y los malos resultados de nuestros dichos y obras se van distribuyendo, se supone que de forma bastante equilibrada y uniforme, por todos los días del futuro, incluyendo aquellos, infinitos , en los que ya no estaremos aquí para poder comprobarlo, para congratularnos o para pedir perdón, hay quien dice que eso es la inmortalidad de la que tanto se habla".(J.Saramago)
"No son las cosas que nos pasan las que nos hacen sufrir, sino lo que nosotros nos decimos sobre esas cosas".
Esto que me esta ocurriendo, tú no lo habrás de saber. Ese es el principio de una historia.
Y ese lado que decides dejar oculto se convierte en tu yugo. Pasa a ser costumbre y aunque al principio te libera porque no tienes que dar explicaciones, pronto te obliga a medir palabras y omitir parte de tu realidad, te quita espontaneidad y su carga cada vez es más pesada; la primera mentira trae otras para seguir sosteniendo a la matriz.
En algún momento cuando ya no puedes más piensas en acabar con la situación y contarlo todo a quien estas seguro de que te juzgará, pero el tiempo ha jugado en tu contra y deja de tener sentido para ti hacerlo a determinadas alturas. Y te miras al espejo y ya no ves la salida, y te quieres menos por tu condición de esclavo y mentiroso.
Por suerte, la historia te la puedes contar de otra manera.
No se parece en absoluto a lo que este día fue en otro tiempo y seguro, que tampoco a lo que será en un futuro. Pero por ahora no quiero pensar en ese otro tiempo. Aquí y ahora sigo considerándome afortunada por no haber tenido aún que sustituir la costumbre de celebrarlo en su compañía.
Recuerdo el año del estreno de la película, el cine donde la vi, con quién fui y cómo me emocionó; me enamoré de Jeremy Irons desde ese momento y por supuesto me cautivó la belleza de la música de Ennio Morricone. Recuerdo haber comprado inmediatamente el cd de la banda sonora de la película(cuando aún se hacían esas cosas) y haber intentado averiguar todo lo posible de la persona capaz de componer algo así.
Esta semana ha muerto el compositor y he vuelto a pensar en aquella película y a buscar aquel viejo cd.
"No hay prisa. No hay necesidad de brillar. No es necesario ser nadie salvo uno mismo".
V.Woolf
Y uno viene a descubrir esta verdad coincidiendo en el tiempo con el momento en el que ha dejado de ser importante ser brillante o mate (quizás porque ha conocido a más de un falso deslumbrante y algún que otro opaco fascinante) y cree, que es conveniente relativizar la luminiscencia .
Un dieciocho de junio de hace cuatro años también cambió nuestro diccionario, creyendo en aquellos días que palabras moribundas como "papá" , "marido" o "abuelo" llegarían a desaparecer.
Hoy por hoy todos los que tanto las usamos, seguimos empeñados en mantenerlas con igual significado y trascendencia, evitando que sean estaciones de olvido, y hemos podido llegar a comprender que nunca se deja de ser hijo/a o mujer o nieto/a, que son condiciones a las que se van sumando otras.
Mirar al suelo en lugar de al cielo para respetar los dos metros de separación, lavarse las manos con gel hidroalcohólico de manera casi compulsiva, respirar a través de una mascarilla, incorporar a nuestro vocabulario habitual términos como pandemia, repunte, vacuna, confinamiento... son algunas de las pautas que configuran lo que ha dado en llamarse nuestra "nueva normalidad", una situación que con ese nombre parece que ha nacido con vocación de permanencia.
Pero ¿y si en lugar de presente simple(el que ocurre de manera habitual) estuviéramos viviendo lo que los ingleses llaman un presente continuo(aquel que ocurre sólo mientras hablamos), una situación excepcional que desaparece en el tiempo?. De ser así, ahora, ¿no andaríamos sólo formando un recuerdo futuro?.
"La vida trata precisamente de las cosas que podemos cambiar y de las cosas que debemos aceptar de nosotros mismos, y también de la prolija discriminación que debemos practicar entro lo significativo y lo insignificante".
[Nota de Noa sobre esta canción: La letra de
la siguiente canción se inspira en un increíble encuentro con una mujer
extraordinaria, fuerte y luminosa, de mi edad, que después de años de luchar
contra una enfermedad horrible, decidió terminar su vida en Suiza. Escribí la
canción como si fuera una conversación con ella, más allá de los muros de la
vida y la muerte, más allá de nuestras ideas preconcebidas y temores. Porque
estoy segura de que los mismísimos ángeles estarían inspirados por su valor y
su luz.]
Si todos los ángeles cantaran juntos
seguramente, dirían: ¡te necesitamos!
Si todos los ángeles estuvieran juntos, te
abrazarían y te saludarían.
Algunos dicen que todo ha sido siempre igual,
pero no lo dirían si tuvieran la oportunidad de conocerte ...
Ahora la luz del día se está desvaneciendo, y
estaré esperando,
A que tú envíes una señal desde donde el
viento ha llevado cada canción, cada sonrisa que tu espíritu ha despertado, y
los pájaros del alba cantan Aleluya,
Aleluya
Cuando todos los ángeles se pregunten cómo tus
ojos curiosos los han encontrado
Entonces todos los ángeles entenderán que les
habrás rodeado con tus brazos...
A través de los fuertes vientos y del trueno,
desplegarían las alas y se preguntarían...
Intentarían tiernamente alcanzar tu alma, pero
tu espíritu y convicción los asombraría.
Y no lloraré, por ti querida, estás volando,
hacia un lugar de luz, un lugar de libertad,
Has escapado de la oscura noche amarga, te has
ido creyendo en el amanecer, con los pájaros cantando Aleluya ...
Aleluya ...
Porque qué es una vida sino un cambiante
cielo, el llanto más solitario, una historia
Porque qué es lo que es una vida, sino amor
fabricado con dulzura o en un resplandor de gloria
La felicidad de la creación, la realización,
Que seas tan maravillosa como puedas ser, en
el camino hacia la libertad que encuentres alegría,
Tus brazos alzándose como las ramas de un
árbol, para comenzar el viaje hacia tu destino
Ahora la luz del día se está desvaneciendo, y
estaré esperando,
A que tú envíes una señal desde donde el
viento ha llevado cada canción, cada sonrisa que tu espíritu ha despertado, y
los pájaros del alba cantan Aleluya,
Aleluya
Y no lloraré ...
Por ti, tan maravillosa como pudiste ser,
estás esperando comenzar y lo estás intentando ...
Reunirte con los ángeles alrededor de tu alma
y enviarlos a los que dejaste vacíos ...
Querida, estoy conteniendo una lágrima, aunque
dije que no lloraría,
Es difícil liberarse, el recuerdo de tu amor,
La soledad, el negro, las ganas de susurrar
...
cómo desearía tenerte de vuelta, querida
hermana,
Cantaré, Aleluya,
Pero ahora todos los ángeles te conocen, tu
testarudez es tan seductora
Y el miedo se derrite en un charco a tus pies, porque tu espíritu y tus ojos siempre están sonriendo
siempre la que da,
Fluyes como un río,
hacia un lugar de luz, un lugar de libertad,
has escapado a la oscura noche amarga, te has ido creyendo en el amanecer, con
los pájaros cantando Aleluya ...
Nada debería quedar tan expuesto, tan desnudo, tan a la intemperie... La sucesión de notas que va a ser capaz de componer una melodía en algún momento, las anotaciones hechas en cualquier lugar accidental que podrán crear una historia, los hilos que dan vida a los títeres, la identidad de los que en invierno te colman de regalos, o la casa que alberga la vida de la persona que luego cambia la tuya. Es innecesario que esa parte sea descubierta. Esa parcela debe quedar oculta, vedada, y no por su falta de importancia sino por respeto a lo trivial, o por la necesidad de mantener algo de misterio, o por reivindicar el derecho a no saberlo todo, a que no todo sea lógico, racional y manifiesto; tal vez por el empeño en preservar ese pequeño espacio donde aún pueda vivir la imaginación.